Carlos Orozco , libertades , periodismo , politica , sociedad , tv Martes, 30 enero 2018

En este video podrás encontrar algunos ejemplos peruanos de posverdad

Titular original: ¿Qué es la posverdad?

Hace poco vimos a la Paisana Jacinta enviar un mensaje al ministro de Cultura:

“Señor Ministro, en lugar de usted estar pidiendo millones para el cine, ¿por qué no pide millones para estas mujeres que están en las calles pidiendo limosna? Pida para hacer una casa hogar para estas mujeres que duermen en la calle vendiendo frunas, limpiando lunas. O llegue a las provincias, escuelas

Me estás haciendo llorar Jacinta, cuánta razón… pero… espérame un ratito. El ministro puede trabajar para incrementar el presupuesto destinado al cine peruano pero… ¿puede conseguir presupuesto para las mujeres que están en la calle pidiendo limosna? ¿El ministro de Cultura puede hacer una casa hogar? ¿Si sabes que no funciona así, verdad, Jacinta? Suena romántico pero, si sabes que son competencias distintas, verdad Jacinta?

Ahora  veamos el caso de Pierre Manrique, el periodista del grupo RPP que «traicionó» al Perú vendiendo la información a la cadena ESPN del positivo de Paolo Guerrero en Buenos Aires.

Pero… espera… ¿cuál es la fuente de todo esto? ¿Un usuario anónimo con un eufórico post en Facebook? ¿Realmente la FIFA no iba a castigar a un futbolista pero se vio presionada por la supuesta revelación de este periodista? ¿La FIFA? Han pasado algunos meses me imagino que alguien habrá denunciado a Pierre Manrique, o al grupo RPP. O lo habrán despedido. ¿Nada?

Pero como yo le creo a posts anónimos de Facebook, lo insulto. Y ya está. Sigamos en Facebook… veamos esta página llamada ‘Fujimeme‘. Ya. Un pequeño clip del excanciller Francisco Tudela con casi un millón de reproducciones… ¿qué será? veamos:

La razón profunda del antifujimorismo es el odio por haber desmantelado el estado de Velasco que había sido la niña de los ojos de la izquierda peruana por la cual habían luchado desde 1930”.

¿Si? Casi un millón de reproducciones tiene un argumento tan endeble como este. El rechazo a Fujimori es por la dictadura que instauró en los noventas, el secuestro a las instituciones públicas, el robo al tesoro público, el genocidio, los diarios chichas y una lista enorme de perlas (pero eso es otro video).

Imagen: Carlos Orozco

Imagen: Carlos Orozco

Estos casos señalados están puntualmente relacionados a la posverdad.

Pero ¿qué es la posverdad? Se trata de una mentira que apela a las emociones del público para configurarse como una verdad, digamos válida. La posverdad distorsiona la realidad para servir a un propósito.

A la posverdad no le conviene el uso de la razón, la verificación o la investigación. Le conviene promover lo que se acomoda a determinados intereses. Las redes sociales son una incubadora maravillosa para ello.

El uso político de la posverdad es abrumador. Es la validación de aquel dicho “miente miente, que algo queda”. La capacidad de indignación es reducida, proliferan los mensajes de corte: ¿por qué marchas? ¿acaso vas a cambiar algo? “solo has bien tu trabajo y saldrás adelante”, “yo en política no me meto”, “me van a dejar mis auspiciadores”.

Y ojo, nosotros colaboramos, como siempre compartiendo, difundiendo, likeando. Incluso en WhatsApp. Sí, te hablo a ti que compartes ese audio diciendo que habrá un golpe de estado o el otro audio que se difundió durante los huaicos.

Para que la posverdad se debilite, necesitamos una esfera pública robustecida por medios masivos consientes y concentrados en recuperar credibilidad. Aunque ello parece un poco distante. Por mi lado, solo quiero invitarte a que cuestiones, contrastes, a que lo que encuentres en los medios sea un punto de partida para una investigación pero no una conclusión.